Se estima que anualmente se venden en el mundo unos 20 millones de ejemplares de La Biblia.
Es la forma que eligió Dios para guiarnos y conducir nuestras vidas al Señor Jesús.
¿Quién es su autor? Sin ninguna duda Dios mismo, “los santos hombre de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2ª Pedro 1:21)
Otro texto clave afirma este hecho: “Toda Escritura es inspirada por Dios…” (2ª Timoteo 3:16). Es decir que el “contenido escrito”, fue inspiración de Dios.
¿Y como sabemos que Dios escribió este Libro? Hay razones y argumentos:
El mismo testimonio de los “escribientes” que en cientos de ocasiones afirman declaraciones como: “Y dijo Dios”, “Vino palabra de Dios a mi diciendo”, “el Señor me dijo, escribe lo que yo te declararé”, “lo que vimos con nuestros ojos y palpamos, esto os compartimos…”
No podían ser engañadores, si la misma ética de la Palabra, denuncia la mentira y el engaño.
La indestructibilidad de la Biblia, es decir la providencial subsistencia del texto, a pesar de la multitud de ataques y oposición en la historia, sólo el hecho de ser protegida por Dios, manifiesta la soberanía de ese mismo Dios.
La Universalidad de su contenido, válido para todo tiempo y edades.
La admirable información de detalles históricos, geográficos, culturales y étnicos sin encontrarse en esta información error alguno que la arqueología o la investigación no hayan investigado y descubierto como veraces.
La incomparable ética de sus postulados, válidos para todo tiempo, y de una coherencia sin contradicción a pesar de la diversidad de sus “autores” y la distancia de tiempo entre ellos, de más de 1.500 años entre Génesis y el Apocalipsis.
La incomparable evidencia de los cumplimientos proféticos, desde las profecías acerca de levantamiento y caída de Imperios, hasta las relacionadas con el Mesías.
La saludable, inspiradora y edificante influencia en el mundo, a través de la Historia.
Las incomparables evidencias históricas y transparentes de su documentación, en contraste con las obras cumbre del pensamiento humano.
La majestuosa extensión de su mensaje y la siempre actualidad del mismo.
El testimonio más fidedigno de la Historia, la declaración del ser más justo y veraz de nuestro Mundo, Jesucristo, quien rotundamente declaró: “el cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán”.
Sí, la Biblia tiene a Dios como autor incuestionable e indiscutible.
Ella es la luz que ilumina el camino de Cristo… y Cristo… es la imagen de Dios.
En este mes de la Biblia invitamos a todos a tomar este libro Santo, con la inquietud de leerla y compartirla con quienes aún no la conocen.
En el mes de la Biblia, nuestra motivación principal es contribuir para que la lectura de La Biblia llegue a muchas personas. La realidad de La Biblia y el evangelio también se demuestra en las vidas cambiadas de los mismos creyentes.
Ella ha sido inspiración y posibilitado que muchísimas personas cambiaran sus vidas, para bien de ellos mismos, sus familias, sus estudios, su trabajo, su futuro, su salud, su prosperidad, la paz interior y la esperanza de vida eterna.
Consigue una Biblia, Abre tu Biblia, tal vez olvidada, y descubre el maravilloso mundo que Dios guarda allí, para ti, deja que Dios en su Palabra te hable y te encuentre. Es Dios quien te habla, descúbrelo, contémplalo, por ti mismo. Concurre a la Iglesia donde se predique y enseñe de ella.
Texto extraido de pagina http://www.labibliaweb.com/
Dios te bendiga...
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